mapa por equipo de jardin de niños
GUÍA PARA EL DISEÑO DE PROGRAMAS
SOCIOEDUCATIVOS DE ATENCIÓN A LA INFANCIA
Introducción
A lo largo de este artículo me voy a permitir repasar los elementos principales
de una planificación para la intervención socioeducativa, reseñando los
elementos más importantes cuando ésta se realiza sobre un colectivo tan
especial como el de la infancia. El objetivo no es otro que llamar la atención
sobre elementos que son de sobra conocidos por todos los profesionales de la
intervención socioeducativa en la infancia, pero que, sin embargo, en la
cotidianeidad de nuestro trabajo pueden no ser tenidos en cuenta como se
merecen y, lo que es peor, por las consecuencias que su tratamiento inadecuado
tienen en el éxito de nuestras acciones socioeducativas.
El
diseño de una intervención socioeducativa se compone de unas fases de trabajo
que atañen no sólo al preciso momento de su planificación. El trabajo de diseño
debe comenzar con una fase previa de trabajo prospectivo en el que se fijan los
«porqués» del abordaje de un trabajo de intervención.
De
este modo las fases «tradicionales» del diseño de una intervención
socioeducativa son:
Estudio del colectivo y contexto en el que
se pretende intervenir. En esta fase es de
importancia clave analizar el contexto y características del colectivo y sus
necesidades, déficits o carencias ante una situación dada. Fruto de este trabajo
se establecerán una serie de necesidades a resolver en un colectivo con un
contexto y características propias, que enmarcan y condicionan el desarrollo de
la intervención.
Definición de objetivos de la intervención. Una vez seleccionado el rango de necesidades que deseamos
paliar con nuestra intervención socioeducativa es necesario fijar claramente los
objetivos de la misma.
Selección de contenidos. Con los objetivos establecidos de forma clara y unívoca y
teniendo en cuenta las características y contexto del colectivo con el que
intervenimos seleccionamos los contenidos que nos permitirán alcanzar los
objetivos previstos.
Desarrollo metodológico. las características del colectivo y de los profesionales,
así como de la institución que lidera la intervención constituyen el caldo de
cultivo metodológico en el que se realiza la intervención. las características
de una intervención socioeducativa hacen que la metodología sea una herramienta
clave para la consecución de algunos objetivos como elemento coadyuvante a los
contenidos de la misma o, incluso, como elemento independientemente considerado.
Recursos. la disponibilidad de recursos humanos y materiales
suficientes y adecuados a la intervención socioeducativa que pretendemos es otro
elemento definitorio del éxito de nuestra intervención. Mención específica merece
la gestión que de esos recursos se lleve a cabo como condición de que una
inadecuada gestión de buenos recursos puede dar al traste con la intervención
mejor diseñada.
Evaluación de la intervención. la evaluación es la «piedra de toque» que permite
establecer la calidad, eficacia y eficiencia de nuestra intervención. Es el
instrumento de mejora e innovación por excelencia. Pero también el más temido
por la desnaturalización de sus virtualidades originales. la evaluación es la
respuesta a si nuestro trabajo como profesionales merece la pena y a la nueva
situación en la que se encuentra el colectivo con el que hemos intervenido tras
esa, muchas veces, ardua tarea. Abandonar la evaluación a una mera memoria de
actividad o a un cumplimiento de determinados estándares, válidos
burocráticamente, pero huecos de sentido es perder oportunidades de innovar y
mejorar nuestro trabajo profesional.
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